jueves, 28 de junio de 2012
Fantasía y Realidad ante la amenaza del Fantasma Digital
El invitado especial del Innovate 2012 era nada mas y nada menos que Michio Kaku uno de los creadores de la Teoría de las Supercuerdas y un tenaz perseguidor del sueño de Albert Einstein por lograr una teoría unificada para la física. En su charla habló de un futuro del cual hoy ya podemos ver sus sombras. Allí apareció la Fantasía, la Realidad, una idea de Swedenborg publicada en 1758 y Moisés ante el desafío del Siglo XXI.
Se encendía Michio Kaku en el convention center del Dolphin en Orlando como “guest speaker” del megaevento mundial del software IBM Innovate 2012. Muy atrás en el tiempo quedaron sus ocho años cuando moría Albert Einstein y ese niño se encendía de curiosidad. “La muerte de Einstein fue en mi época un hito mas importante que la de Michael Jackson o Whitney Houston ahora”, decía Michio. Para Kaku ese fue el momento donde le revelaron que Einstein estaba buscando una gran ecuación que describiera la totalidad el universo. La ecuación sagrada de la física, la Teoría de Todo.
Y fue así que Kaku se recibió de físico y fue uno de los fundadores de la Teoria de las Supercuerdas un modelo que asumiendo mas dimensiones para el universo busca conciliar la Teoría de la Relatividad con la Mecánica Cuántica hasta llegar a dar con la gran unificación de la física.
Pero Kaku no estaba ahí para hablar de las nuevas teorías científicas sino para pronosticar el futuro. Básicamente el impacto de la ley de Moore de la informática empieza a invadir nuevos terrenos y todo parece indicar que grandes cambios se avecinan. Así la reunión de la tecnología informática con la medicina está dando lugar a impactos de tal magnitud que algunos ya pronostican que el hombre del milenio ya nació. O sea si algunas cosas salen como podrian salir un hombre viviría mas de 200 años (es algo que ya se ha logrado en ratones al extender su vida de 2 a 5 años) dando lugar a mucho tiempo adicional para que nuevos inventos lo lleven a vivir al menos mil años.
Las computadoras estarán en tantos pero tantos lados y en todo tipo de objetos que ya ni se hablará del término computadoras dice Michio. Y Michio seguía hablando y mostrando un futuro revolucionario.
Escuchábamos a Michio en el centro de convenciones del Dolphin (delfín) y veníamos del Swan (Cisne). Ambos hoteles comparten instalaciones y son parte del mundo de Disney. No era casualidad que ese futuro extraordinario nos fuera revelado en un lugar donde nacieron las mas increíbles fantasías. El sueño de Disney aún sigue mas vivo que nunca como puede verse cada día entre las miles de personas que visitan los parques. En ese escenario tan lleno de magia Michio Kaku nos pronosticaba un futuro donde la realidad sería extraordinaria. Pero si todo fuese así ¿Qué será de nuestras fantasías?
Nadie se pregunta lo que no puede contestarse y entonces uno observa que un dibujo del ratòn Mickey, o su peluche, o su fotograma en una película, o su muñeco de juguete, nos siembran una serie infinita de representaciones de la misma fantasía que soñara Walt Disney. La realidad por el contrario siempre tuvo un ethos mas tranquilo, la realidad no cambia demasiado rápido y es por eso que la silla sigue estando ahí junto a tu ventana y cada noche es seguida por un día.
El mundo que nos señala Kaku es uno donde los objetos ya no están quietos, tienen comportamiento son computadoras que aprenden y se modifican. La realidad del futuro se parece mucho a la fantasía del presente. Cuaquier objeto podrá ser como el ratón Mickey, y los objetos hablarán entre sí. La magia del software tendrá mucho que ver con eso decían en el IBM Innovate 2012. Y es claro que es así porque el software logra mucho eso de transmutar nuestras fantasías en la realidad. Si la fantasía irrumpe en la realidad tendremos un mundo distinto. Ya no será mejor o peor porque la fantasía siempre estuvo por arriba de los límites de la ética y de la lógica para llegar a la cumbre de la estética.
Vivir en un mundo de fantasías se parece mucho a llegar a la tierra prometida. De alguna forma esto ya lo dijo Emanuel Swedenborg en su libro publicado en 1758: "Sobre el cielo y el infierno". Ahí muestra Swedenborg que las almas se van moviendo hacia el cielo o el infierno pero no por premio y por castigo sino donde se sienten más cómodas. La Tierra de la Fantasía tiene mucho de Swedenborg: no por casualidad ese monje y filósofo decía que sus teorías le eran reveladas en sueños. Tal vez lleguemos a habitar a esta tierra, tal vez no. Todo depende de la velocidad de la ley de Moore y de su hombre del milenio. Pero hay algo que ya es cierto: Ahora estamos como Moisés, al menos ya podemos verla. Al borde del valle hemos llegado con nuestra realidad que pronto se sumergirá en un mundo que va mas allá de las verdades y de las mentiras.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)